Tomás Cordero (1957) es un artista onubense que comenzó a pintar en un primer momento haciendo realismo puro mezclado con idealismo, algo que se salía de lo común. Con el tiempo se unió al mundo vanguardista sevillano y empezó a exponer de forma colectiva e individual. Sus pinturas tienden a ser óleo sobre lienzo y mixta sobre papel. Como artista plasma en su obra un viaje personal e histórico, desde la experimentación con el color, la línea y la estructura, hasta la abstracción absorbida y reduccionista. Desde el final de la pintura como disciplina clásica hasta la pintura como un acto multidimensional y multidisciplinario. Por lo tanto, Cordero lo que pretende es producir no una declaración final, sino una declaración de un nuevo comienzo.

Lo suyo es una economía del lenguaje, no del pensamiento, y desde su obra nos invita a la reflexión.