Juan Genovés nace en 1930, Valencia, en el seno de una familia fuertemente vinculada a la izquierda progresista. Hasta su fallecimiento en 2020 se dedicó a lo que más le apasiona, la pintura, y con ella a dar muestra de su compromiso político y reflejar el contexto social y cultural de cada una de las etapas que le tocó vivir.

Su pintura estuvo marcada por una fuerte crítica al régimen franquista y un ferviente deseo de libertad y justicia. Uno de los momentos más emblemáticos de su carrera es la creación del cuadro El Abrazo en 1976. Esta obra se convirtió en un símbolo de la reconciliación y la esperanza en el contexto de la transición democrática española. La imagen se volvió icónica, siendo incluso utilizada en carteles políticos y, posteriormente, se convirtió en un monumento conmemorativo en Madrid.

El compromiso de Genovés con la democracia no se limitó solo a su obra pictórica. Participó activamente en movimientos sociales y políticos, siempre defendiendo los derechos humanos y la democracia. Su arte, caracterizado por la representación de multitudes y figuras humanas en situaciones de tensión y esperanza, refleja una profunda empatía por la lucha colectiva y el anhelo de un futuro mejor.

Así, Juan Genovés no solo fue un artista destacado, sino también una figura clave en el imaginario colectivo de la España democrática, cuyo legado continúa siendo relevante en la actualidad.